Ha llegado la hora de Unirse ante la Información.
Bienvenidos los Operadores de: Renca, Maipú, Peñalolén, Huechuraba, Puente Alto.-
Bienvenidos Todos los Sindicalistas y Asociados de todos los Sindicatos que existen en Alsacia (Chile).
La idea es que vayan desapareciendo muchos de los más de 71 sindicatos que existen dentro de esta empresa y queden a lo más 5 sindicatos o sólo uno. Y todos al servicio de los Trabajadores y no de la empresa ( tal como ha sido hasta el momento).-
Todos podemos participar para que haya una verdadera comunicación entre nosotros.
Este sitio será visitado por más de algún personero de Gobierno o de Oposición que querrá investigar si los hechos que son denunciados acá como ficticios para proteger a los participantes, son verdaderos. Esa es nuestra esperanza y desde este momento nos declaramos el grupo de "LA RESISTENCIA DE ALSACIA", igual que en la guerra, donde tenemos que denunciar en el anonimato para protegernos.-


martes, 23 de noviembre de 2010

LA MESA DEL SECTOR PÚBLICO

LA MESA DEL SECTOR PÚBLICO
(de la que sólo se sirven los gobiernos y el gran empresariado)

No es tan complejo poder descifrar que la política de los acuerdos, diseñada e
implementada durante los gobiernos de la concertación, ha tenido oídos receptivos hasta en
organizaciones como la CUT. Hoy el panorama no es distinto, pues este comportamiento
espurio ha tenido continuidad con el gobierno de la centro y extrema derecha.

Las organizaciones sindicales en estos últimos veinte años, no solo no han podido levantar
cabeza respecto a sus niveles de organización y su estado de conciencia, sino que cada vez
existe menos interés de los trabajadores en ser parte de algún sindicato, mucho menos
considerarse asalariado o explotado.
Este lamentable panorama sindical ha permitido año tras año, que el empresariado, los
gobiernos y la propia cúpula de la CUT, abusen a destajo de los trabajadores,
aprovechándose de su vulnerabilidad económica, de sus necesidades no satisfechas y de su
ingenuidad para plantearse ante los procesos de negociación. Ejemplo de esto lo pudimos
ver una vez más en el mes de julio de este año con el reajuste del ingreso mínimo, donde la
CUT con su conducta servil, permitió que el gobierno y el parlamento acordaran un reajuste
salarial de $233 diarios, ante la expectación inmóvil demás de ocho millones de
trabajadores.

La misma situación de entreguismo condiciona el actual proceso de negociación del
reajuste del sector público, en donde la llamada “mesa” que reúne a 14 gremios integrada
esencialmente por el PS-DC-PC, no ha podido (o no ha querido) conducir el actual proceso
con una posición clara y firme frente al tema, manteniéndose vacilante ante un gobierno
que con una clara política anti-trabajadores gobierna holgadamente de la mano con una
“oposición” enajenada de todo lo que pueda desestabilizar el estado de cosas que ellos
mismos han construido los últimos veinte años.

No sólo la conducta de estos altos dirigentes de la CUT es la que no ha estado a la altura de
la dignidad de los trabajadores, sino que el propio pliego de negociación de la mesa del
sector público adolece de conectividad con la realidad de los trabajadores. Esta propuesta
diseñada, construida y sancionada sólo por los jerarcas de la CUT -sin la participación de
las bases- lo hace en su génesis impropio y ajeno a los trabajadores públicos, he ahí la
imposibilidad de defender -a través de asambleas o movilizaciones- una propuesta impuesta
por la vía cúpular y desconocida para la mayoría de los funcionarios públicos del país.
Esta particular forma de negociar de nuestra central, ha permitido a cada uno de los
gobiernos rebajar cada vez más los salarios de los trabajadores, pues los reajustes otorgados
ni siquiera logran nivelar la inflación anual, mucho menos alcanzan la reajustabilidad para
homologar los índices de crecimiento de nuestra economía. Este año, ha sido la propia CUT
quien ha propuesto un reajuste muy por debajo (un sólo digito) de lo que realmente
necesitamos los trabajadores, a diferencia de los últimos dos años en que esta solicitud
alcanzaba los dos dígitos.

Este método de reajustar los salarios, ha permito en el tiempo, profundizar la brecha
remuneracional existente entre los sueldos de los altos funcionarios del aparato estatal
(senadores, diputados, ministros, cuerpo diplomático, etc.) y la gran masa de asalariados
públicos, muchos de ellos viviendo bajo la línea de la pobreza, toda vez que el reajuste no
distingue entre los millonarios sueldos y aquellos que apenas alcanzan el monto del ingreso
mínimo, el reajuste llega a todos por igual.

Gran parte del discurso de los que hoy desde el parlamento se autodefinen como oposición
a la derecha, son los mismos que implementaron una permanente política anti-trabajadores
durante todos y cada uno de los gobiernos de la concertación. Hoy estos “progresistas
comprometidos” tienden nuevamente -como lo hicieran en la dictadura- a volcar la mirada
al campo popular para lograr niveles de alianza con distintos sectores sociales, tratando de
re-construir las organizaciones sociales que ellos mismos se dedicaron a desarmar durante
todo el periodo político denominado de “transición”. Sabemos muy bien que lo único que
buscan es el respaldo electoral para usar nuevamente a los trabajadores como furgón de
cola en las disputas interburguesas que se expresarán en las próximas elecciones
municipales, parlamentarias y presidenciales.

¿Qué hacer? Por supuesto que el análisis, el debate y la propuesta deben ser prioridad a la
hora de llevar claridad donde exista confusión para lograr unidad donde hay dispersión.
Esta unidad debe darse sobre una plataforma de acción común, construida desde la base
hasta arriba, profundamente democrática y previamente discutida. Debemos ser certeros al
momento de acusar a la actual clase política y al bloque en el poder del desamparo
económico, político y social al que nos tienen expuestos día a día a los trabajadores con
complicidad de un importante número de dirigentes sindicales.

Debemos sanear nuestras organizaciones sindicales barriendo con la burocracia sindical, los
acuerdos cupulares y el chantaje político y emocional, expulsando a los operadores
políticos -que cubiertos por fuero sindical- han condenado a la clase trabajadora a subsistir
de rodillas y migajas, dejándonos como única salida de sobrevida el hipotecar nuestros
salarios a los bancos, instituciones financieras y grandes tiendas.


Movimiento de Trabajadores por la Base.
MTB